Ahora que cresca el pasto... de verdad...
Y me desperté en la tarde para buscar en internet sobre vacas pequeñas.
Es como tener un conejote pero que además ayuda a la economía del hogar, ya que ordeñándola, te puede ser la mejor amiga de tu cereal. DALE CLICK AQUí.
Yo era un Granjero en la mitad de coapa, en mi jardín que para mi deseo sólo tenía una vaca.
La sacaba a pasear. Le ladraban los perros.
La sacaba a caminar y se limpiaba los cuernos en los arbustos.
Siempre tuve miedo de ponerle nombre, no fuera que me encariñara con ella.
Y sí un día me llegase a cansar, olvidaría todas los trámites vecinales para regalarla. A mi vaca la despediría con una gran parrillada de carnes asasadas, amburguesas y grosellas. Claro, te invitaría a tí.
No me gustan los cuchillos, ni la sangre ni los lamentos. Quizá alguien me ayude aunque le tenga que pagar.
Nadie está atrás de mi cuando termino de escribir esto. Nadie... me lo tengo que repetir tres veces en mi cabeza porque aunque mi idea se convece de ello; mi pecho y mi espalda tiemblan ante la mirada de lo que me mira. Como un conejo y su perro que se niega a tomar agua.
P.D. Nadie me ha invitado a su posada.
p.D.2. Nadie me dice en dónde va hacer.
P.D.3. Nadie es lo que soñé en la tarde antes de despertar.
P.d.4. Nadie quiere pagar 1 mil dolares para comprar una vaca pequeña.
P.d.5. Nadie sabe quién es Pumita.